Jul 182007
 

Buenas,

uno de los motivos principales por los que un niño haga fotos es precisamente el turismo. Así que nos trasladamos a una de las plazas más visitadas de la ciudad y nos dispusimos a fotografiar a todo lo que no se moviera.

Gracias a la ayuda del trípode, para las últimas clases he variado un poco el método. En las primeras clases, proponía ejercicios que eran revisados a posteriori en el propio lugar o incluso después en el ordenador. Sin dejar este último paso, el trípode y la pantalla de la cámara me permiten ver y, en su caso, corregir sobre la marcha el encuadre realizado por el alumno e incluso hacerle sugerencias.

Es en estos casos de turismo en espacios abiertos cuando más debemos insistir al alumno para que vaya mirando los posibles motivos a fotografiar y acostumbrarle a que sea él quien descubra las fotos que luego servirán de recuerdo y descripción de lo que se ha visto y vivido.
Seguir leyendo «Fotografía para niños. 8.- Haciendo turismo I. Grandes exteriores»

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Jul 182007
 

Buenas,

uno de los motivos principales por los que un niño haga fotos es precisamente el turismo. Así que nos trasladamos a una de las plazas más visitadas de la ciudad y nos dispusimos a fotografiar a todo lo que no se moviera.

Gracias a la ayuda del trípode, para las últimas clases he variado un poco el método. En las primeras clases, proponía ejercicios que eran revisados a posteriori en el propio lugar o incluso después en el ordenador. Sin dejar este último paso, el trípode y la pantalla de la cámara me permiten ver y, en su caso, corregir sobre la marcha el encuadre realizado por el alumno e incluso hacerle sugerencias.

Es en estos casos de turismo en espacios abiertos cuando más debemos insistir al alumno para que vaya mirando los posibles motivos a fotografiar y acostumbrarle a que sea él quien descubra las fotos que luego servirán de recuerdo y descripción de lo que se ha visto y vivido.
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Jul 182007
 

Buenas,

uno de los motivos principales por los que un niño haga fotos es precisamente el turismo. Así que nos trasladamos a una de las plazas más visitadas de la ciudad y nos dispusimos a fotografiar a todo lo que no se moviera.

Gracias a la ayuda del trípode, para las últimas clases he variado un poco el método. En las primeras clases, proponía ejercicios que eran revisados a posteriori en el propio lugar o incluso después en el ordenador. Sin dejar este último paso, el trípode y la pantalla de la cámara me permiten ver y, en su caso, corregir sobre la marcha el encuadre realizado por el alumno e incluso hacerle sugerencias.

Es en estos casos de turismo en espacios abiertos cuando más debemos insistir al alumno para que vaya mirando los posibles motivos a fotografiar y acostumbrarle a que sea él quien descubra las fotos que luego servirán de recuerdo y descripción de lo que se ha visto y vivido.
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Jul 192007
 

Buenas,

como dice el título cuando hacemos turismo nos encontramos muchas veces con carteles y reglamentos que impiden el hacer fotografías con flash en los interiores. Y esto, que en ocasiones está justificado para no dañar posibles pinturas o decoraciones con el exceso de luz, no es lo peor. Hay cuando se nos impide utilizar trípodes o incluso hacer fotografías que en realidad pertenecen al patrimonio que es de todos (más que nada porque entre todos lo pagamos), la mayoría de las veces por simples intereses comerciales. Pero esto no es materia del curso ni tampoco problema en el lugar elegido para hoy, por lo que lo dejaremos al margen.

En el Palacio de la Aljafería no se permite el uso del flash en los interiores pero tampoco se impide el uso del trípode. En los casos de fotografía con poca luz, disponemos de dos opciones para compensarlo. Aumentar la luz con un flash, que ya hemos visto que en ocasiones no es posible, o aumentar el tiempo de exposición de la fotografía combinado con amplios diafragmas, para que la luz recibida sea la máxima. Pero como ya sabemos, el aumento del tiempo de exposición aumenta también  el riesgo de que la foto salga "movida".
El trípode se convierte entonces en nuestro aliado ideal. Podemos tomar las fotos a velocidades lentas sin preocuparnos de que la cámara se mueva. Si no dispusiéramos de uno, el mejor remedio es usar las columnas y paredes como apoyo para la cámara y para nosotros mismos. Pero siempre con el máximo cuidado de no dañar las paredes o los lugares en los que nos apoyemos ni con nuestro cuerpo ni con el posible equipaje o mochilas que llevemos.

Seguir leyendo «Fotografía para niños. 9.- Haciendo turismo II. Fuera y dentro… pero sin flash»

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Jul 192007
 

Buenas,

como dice el título cuando hacemos turismo nos encontramos muchas veces con carteles y reglamentos que impiden el hacer fotografías con flash en los interiores. Y esto, que en ocasiones está justificado para no dañar posibles pinturas o decoraciones con el exceso de luz, no es lo peor. Hay cuando se nos impide utilizar trípodes o incluso hacer fotografías que en realidad pertenecen al patrimonio que es de todos (más que nada porque entre todos lo pagamos), la mayoría de las veces por simples intereses comerciales. Pero esto no es materia del curso ni tampoco problema en el lugar elegido para hoy, por lo que lo dejaremos al margen.

En el Palacio de la Aljafería no se permite el uso del flash en los interiores pero tampoco se impide el uso del trípode. En los casos de fotografía con poca luz, disponemos de dos opciones para compensarlo. Aumentar la luz con un flash, que ya hemos visto que en ocasiones no es posible, o aumentar el tiempo de exposición de la fotografía combinado con amplios diafragmas, para que la luz recibida sea la máxima. Pero como ya sabemos, el aumento del tiempo de exposición aumenta también  el riesgo de que la foto salga "movida".
El trípode se convierte entonces en nuestro aliado ideal. Podemos tomar las fotos a velocidades lentas sin preocuparnos de que la cámara se mueva. Si no dispusiéramos de uno, el mejor remedio es usar las columnas y paredes como apoyo para la cámara y para nosotros mismos. Pero siempre con el máximo cuidado de no dañar las paredes o los lugares en los que nos apoyemos ni con nuestro cuerpo ni con el posible equipaje o mochilas que llevemos.

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