Buenas,
como dice el título cuando hacemos turismo nos encontramos muchas veces con carteles y reglamentos que impiden el hacer fotografías con flash en los interiores. Y esto, que en ocasiones está justificado para no dañar posibles pinturas o decoraciones con el exceso de luz, no es lo peor. Hay cuando se nos impide utilizar trípodes o incluso hacer fotografías que en realidad pertenecen al patrimonio que es de todos (más que nada porque entre todos lo pagamos), la mayoría de las veces por simples intereses comerciales. Pero esto no es materia del curso ni tampoco problema en el lugar elegido para hoy, por lo que lo dejaremos al margen.
En el Palacio de la Aljafería no se permite el uso del flash en los interiores pero tampoco se impide el uso del trípode. En los casos de fotografía con poca luz, disponemos de dos opciones para compensarlo. Aumentar la luz con un flash, que ya hemos visto que en ocasiones no es posible, o aumentar el tiempo de exposición de la fotografía combinado con amplios diafragmas, para que la luz recibida sea la máxima. Pero como ya sabemos, el aumento del tiempo de exposición aumenta también el riesgo de que la foto salga "movida".
El trípode se convierte entonces en nuestro aliado ideal. Podemos tomar las fotos a velocidades lentas sin preocuparnos de que la cámara se mueva. Si no dispusiéramos de uno, el mejor remedio es usar las columnas y paredes como apoyo para la cámara y para nosotros mismos. Pero siempre con el máximo cuidado de no dañar las paredes o los lugares en los que nos apoyemos ni con nuestro cuerpo ni con el posible equipaje o mochilas que llevemos.
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