Recientemente he estado con la familia en el Valle de Tena, Pirineo Aragones, exactamente en Escarrilla. Para los que no les suene les diré que es el valle donde se ubican el conocido Balneario de Panticosa y la población de Biescas, recordada por una tragedia sucedida hace varios años donde una riada acabó con la vida de varios campistas en el camping "Las Nieves".
Actualmente es una zona en creciente explotación turística basada en las estaciones de esquí de Panticosa y especialmente Formigal. Esta explotación (dirigida básicamente por el holding Aramon, formado por el gobierno aragonés e IberCaja) está acabando con el entorno natural propio de la zona, cambiando turberas glaciares y volcánicas únicas en el Pirineo por nuevas pistas de esquí y aparcamientos.
Uno de los entornos más importantes y que una plataforma ecologista está intentando conservar bajo el paraguas de parque natural es el de Anayet. Allí dirigimos nuestra excursión para coronar la cima donde se encuentra su vértice geodésico junto al original pico.
Aunque el valle de Tena es rico en "tresmiles" como los Picos del Infierno nos decidimos por el Anayet porque es un precioso balcón sobre el canal Roya para admirar el Midi D'Ossau, uno de los picos más bonitos del Pirineo con sus 2800m que hacen palidecer a otros picos que superan ampliamente los 3000m. Este detalle, las ya mencionadas turberas y su lago glaciar (conocidos en el Pirineo como Ibones) nos decantaron por el Anayet.
Las turberas son estratos de tierra y restos de de plantas comprimidos de un característico color rojizo, amenudo plegados por movimientos glaciares y en este caso combinados con otros estratos de origen volcánico.
En otoño se produce un precioso contraste de colores entre la hierba que ya amarillea y ese rojo-granate de la tierra
En la siguiente imagen podeis ver lo que se ve desde la cima del Vértice del Anayet, con el Pico Anayet a la izquierda, la Mallata del Anayet con el Ibon y sus meandros a la derecha y el macizo nevado de Balaitous (3144m) al fondo.
Os recomiendo hacer click para verla un poco más grande y admirar un entorno en real peligro de extinción, poblado hoy por marmotas, sarrios, liebres, corzos, aves rapaces, hayas, abedules y pinos negros y mañana por coches, telesillas y cañones de nieve.
Ojalá podamos conservar este préstamo que nos hacen nuestros hijos y devolverselo más adelante en buen estado.
Si has llegado hasta aquí gracias por leerlo y perdona por el tocho.