Como parte del viaje a Egipto hicimos el trayecto desde Aswan hasta Luxor en uno de los hoteles flotantes que navegan por El Nilo. El principal atractivo en el barco era la vida que se desarrolla en las orillas del Río Nilo. Este río divide Egipto en dos mitades desde el sur (frontera con Sudán) hasta su desembocadura al Mediterráneo en Alenjandría. Esta autopista de agua y “objetos flotantes no identificados” producidos por la casi nula regulación de los vertidos (turísticos, agrícolas, industriales, etc.), concentra toda la vida del país en sus orillas, después de esta franja verde no hay nada más que desierto sin una brizna de mala hierba.